martes, 5 de mayo de 2009
No dejes pasar el tiempo, porque el tiempo no vuelve más y se escapa como el viento y el viento siempre es tan fugaz. Aunque parezca a veces que se te apaga el cielo y que ya nunca más va a amanecer, no creas que tu mundo se quiebra en mil pedazos: a todos nos pasó alguna vez; si hay más amor que pena en el silencio y no hay dolor que no tenga final. El tiempo siempre nos va a enseñar, todo llega en la vida pero hay que esperar. No hay estrella fugaz, cada estrella es un sueño y un sueño no tiene final. La vida es linda, y siempre hay tiempo para en un abrazo decir te quiero y que sea verdad. Todo se cura cuando hay esperanza, nunca es tarde si para el alma no hay un final. Cuando creemos, sí, se abren mil caminos y no hay un destino que con mi fe no pueda cambiar. Hoy puedo entender que las cosas no terminan, solo cambian de forma con el tiempo. Que lo más importante que tenemos suele ser aquello que no podemos ver a simple vista, eso que no podemos tocar, solo sentir; el alma y la memoria. Es ahí donde almacenamos todos esos recuerdos que vamos recogiendo a lo largo de nuestra vida. Es ahí donde nos seguimos encontrando, donde todavía somos chicos, jóvenes, novios, felices, amigos, hijos, padres, hermanos. Más allá de que en el tiempo real todo eso ya no nos pertenezca. Somos dueños de todos esos recuerdos, y con nuestro poder de imaginar, jugamos a que todavía somos eso que queremos ser, y estamos como queremos estar. También pude entender que cuando se es lastimado, las heridas tardan mucho en sanar, y que necesitamos tiempo, es necesario que nos den tiempo. Que confiar no es algo fácil, que todos tenemos miedo de confiar, que cuando confío soy vulnerable. Que da miedo sentirse vulnerable, que da miedo amar con todo el alma. Vamos caminando con una mochila llena de miedos, construyendo muros para no ser lastimados, y en constante estado de alerta. A veces nos olvidamos de disfrutar, de perdonar, de reír, de llorar. Equivocarse es fácil, perdonar es tan difícil. Asumir errores, y aprender de ellos es lo más sano que podemos hacer, y eso nos acerca. Por mas lejos que estemos. Cuando dos personas se quieren mucho, nada esta terminado, nunca nada esta dicho, no hay últimas palabras. Fue perfecto, demasiado perfecto, que llegue a sentir miedo. Este mismo miedo que no me dejo ver con claridad que hoy necesitamos, tiempo. Aunque hoy creamos que si existe un final... cuando en realidad solo podemos hablar de principio, es lo único que tiene fecha y hora. Así que hoy es tiempo de crecer, de madurar, de aprender, de sentir, de reírme y de llorar, o de las dos al mismo tiempo. Vale más, Vivir con todo que dejar de luchar, es caer y morir de a poco. Si todas las mañanas nacemos a la vida y hay algo cada día que aprender. Siempre es inocente quien vive como siente, aceptarse es la forma de crecer. Ahora es que entiendo que ser feliz un momento vale todos nuestros intentos: lo mejor de la vida es... Vivir.
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