viernes, 10 de abril de 2009

Miénteme, abofetéame, al menos improvisa. Haz algo original que me haga odiar tu nombre para siempre. Aunque jures que nunca golpearías a una mujer. Yo diría que no está lejos el momento. Cada día encuentras una nueva forma de herirme pero no puedo evitar ser una tonta, siempre dispuesta a entregarte el corazón. Hasta que comienzas a cambiar las reglas no paro de seguir detrás de ti. Aah, tonta dios se cansó de escuchar mi cantinela. Cada noche pago muy cara la gloria. Me siento avergonzada y lo lamento. Tanto dolor comienza a confundirse con el placer. Con mis lágrimas convertirías en desierto el mar. Me echarías sal en las heridas y yo te lo agradecería.

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